HONEY, PUE.- En la sierra norte de Puebla, al año se pierden 20 mil árboles en los bosques, los cuales son cortados de manera clandestina por tala montes, quienes de manera irregular aprovechan estos recursos los cuales son vendidos a los aserraderos.

El presidente municipal de Honey Cirilo López  Santos el problema de Tala Clandestina se ha incrementado en los últimos años, ya que reconoció que este es un problema añejo, que los mismos pobladores conocen y no denuncian, porque ellos viven de esa tala clandestina. A este factor se le suma que no hay policías en la zona para cuidar los bosques.

El problema se hace más evidente en las zonas limítrofes de Puebla con el estado de Hidalgo, Indicó que las autoridades ambientales como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ya tienen conocimiento del problema, debido a que se trata de una tala “exagerada, pues los mismos propietarios de los montes venden”.

Explicó que aunque los taladores no cuentan con permisos, ellos se encargan de tirar los árboles y de sacarlos a los aserraderos, porque ya los compraron a los propietarios de los terrenos arbolados.

Mencionó que otro factor que influye en la deforestación  es que los dueños de los bosques “no tienen vigilado su predio, por lo que se da el robo de madera, especialmente en la noche. Aprovechando el amparo de la obscuridad, los talamontes hacen de las suyas”.

El presidente municipal no preciso la cantidad de hectáreas de terreno que son taladas cada año en Honey, pero estimó que son unos 20 mil árboles los que se pierden en las áreas verdes en ese mismo periodo e indicó que las comunidades más afectadas de la demarcación son Tonalisco, la cabecera municipal de Honey y Buenavista.

Por otro lado, el alcalde señaló que ha estado instrumentando programas de reforestación en los que se han logrado sembrar unos “100 mil arbolitos” y añadió: “si talan 20 mil, nosotros sembramos 100 mil”, pero no supo informar cuántos se han logrado.

Cerró diciendo que él también ha sido víctima de “robo de madera” y aunque argumentó que no está facultado para otorgar los permisos de tala, la gente “lo hace porque de eso vive”, además él, como autoridad municipal, no tiene la capacidad para vigilar el municipio y lograr inhibir el corte ilegal de árboles.