Huauchinango, Pue.- El etnolingüista René Esteban Trinidad, alertó sobre el riesgo de daños mayores en el campanario de la antigua iglesia de la comunidad de Cuacuila en Huauchinango, si no se atienden las fracturas que sufrió durante los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre.

Aunque la torre del templo católico está inclinada desde hace muchos años, usándola incluso como ícono del lugar, con los temblores hubo “ligeras” fracturas y desprendimientos que aumentaron su fragilidad, apuntó el también estudiante de una maestría en Antropología y oriundo de la junta auxiliar ubicada al sureste de la cabecera municipal.

“Aparentemente al campanario no le pasó nada, pero es necesario reforzar, reconstruir y mantener este patrimonio cultural asesorados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por las autoridades comunitarias, por las autoridades municipales. Realizar un trabajo conjunto de fuerzas y evitar que el campanario caiga y ocasione alguna adversidad”, advirtió.

Es muy probable, dijo, que la iglesia católica de Cuacuila haya sido construida en 1729. En náhuatl se llama teopan o teopancalli. “Es una construcción de piedra de forma rectangular, con un campanario a la izquierda de la entrada principal. El piso recubierto de cemento fue colocado en 1925, en 1967 al lado del campanario se construyó una de las primeras fuentes públicas y en 1974 la iglesia se cerró y estuvo vacía hasta el mes de octubre”, señaló.

La comunidad de Cuacuila es una de las más antiguas y representativas de Huauchinango. Los primeros registros que hay del pueblo aparecen en una encomienda que data de 1571, añadió René Esteban Trinidad.