En la víspera de la temporada vacacional de Semana Santa, voladores de la plaza principal de Cuetzalan denunciaron la prohibición de las autoridades para que usen el palo principal con el que hacen su demostración dancística.

En una reunión realizada este martes entre ambas partes se habló de riesgos por la antigüedad de la estructura y por las obras en la Parroquia de San Francisco, dañada con tormentas en 2016.

Tradicionalmente, el palo debió cambiarse en septiembre, como cada año, pero autoridades de Cuetzalan sostienen que esto ya tiene un impacto ecológico y que deben considerar piezas que duren más.

Si bien las estructuras se regalan o se compran hasta en 5 mil pesos,  el problema es que en la región 12 poblaciones requieren cortar árboles de más de 33 metros de altura al año.

Ante esta situación desde el gobierno municipal se prevén acciones de reforestación orientada a obtener los palos de los voladores,  sin embargo esto tendría efectos a largo plazo.

Sobre la obra para reparar el principal templo religioso del Pueblo Mágico, que restringe la actividad en el atrio,  la Comuna considera viable suspender trabajos en los días de mayor afluencia de visitantes.

Tras la reunión de hoy se espera que en próximos días autoridades y danzantes valoren en conjunto utilizar el palo actual con una adecuación que implicaría cortar 4 metros y la firma de responsivas.

Acusan impacto en los bolsillos

De no tener un palo para volar en el atrio para esta Semana Santa, se verán afectados tanto los bolsillos de danzantes, como de espectadores, que podrán ver el espectáculo en establecimientos privados y consumo de por medio.

Tan sólo en el Sábado de Gloria,  el día más fuerte de la temporada vacacional, las ganancias en cooperaciones para los seis grupos de danzantes pueden sumar más de 20 mil pesos.

"Es el día más fuerte y excelente porque cada volador se puede llevar hasta más de 750 pesos", explicó Jacinta Teresa Hernández, quiendanza desde hace 16 años.

Las ganancias, agregó, benefician a cerca de  42 voladores, algunos de los cuales sólo tienen la opción de presentarse ahí  pues las presentaciones privadas ya tienen a sus propios grupos.

Los efectos, agregó, también dañan al turista pues las presentaciones que ellos hacen no tienen un costo, mientras que en establecimientos sí se exige consumo .

"Tienen grupos que están cada 8 días bailando pero en el atrio es entrada libre, sólo  nos dan una gratificación de lo que ellos quieran, pueden ser 10 pesos, 20, 5 o 1; 50, 100 o 500, depende de lo que nos puedan dar", agregó.

Ya sea en las opciones del Lienzo Charro o en el Restaurante Los Jarros,  explicó la danzante, para ver un espectáculo el turista tendrá que invertir unos 300 pesos.

Batalla comuna para reparaciones

La centella que en junio de 2016 destrozó  la torre de la Parroquia de San Francisco,  considerada también como patrimonio, ha llevado a autoridades civiles y religiosas a batallar por recursos.

Si bien buscaron fondos federales, explicó el encargado del área  de comunicación social del Ayuntamiento,  Octavo Aguilar Guzmán, no se han liberado y se optó por actuar para evitar deterioro.

"Como no se ha obtenido respuesta se está haciendo la cooperación con ayuda del Ayuntamiento y con la población, los  comerciantes, se han hecho jornadas de solidaridad, se ha boteado", dijo.

Aunque no se cuenta aún con un presupuesto total de inversión,  se prevé que sea alta pues el metro de talavera ronda los 2 mil 300 pesos y se repondrá el material por completo.

En tanto que en mano de obra se gastan por día mil 800 pesos en pagos a obreros que se arriesgan a trabajar en las alturas y se estima que trabajen por tres meses.