Explicó que dentro de su propia casa discutió y posteriormente peleó contra su hermano, aunque luego abandonó la vivienda.

 

Minutos después, su hermano regresó y tocó a su puerta pidiendo entrar para hablar, por lo que creyó que se trataba de una reconciliación, pero al abrir se dio cuenta que estaba acompañado de policías.

 

Fermín Santos dijo que los uniformados entraron por la fuerza tras patear la puerta, ello sin una orden, y además de causar daños en la casa, comenzaron a golpearlo.

 

También denunció que rociaron gas pimienta, a pesar que dentro del lugar estaba una mujer embarazada y unos niños.

 

Consideró que sus derechos humanos fueron violados, ya que fue tratado "como si fuera delincuente".

 

Lamentó que no puede reconocer a los policías quienes lo detuvieron, pues además que le echaron gas pimienta, le taparon los ojos.

 

El sujeto fue enviado a la Comandancia acusado de violencia doméstica, por lo que tendrá que pagar una multa de 300 pesos.