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Se unen contra gasoducto Tuxpan-Tula los habitantes de Puebla e Hidalgo

Este fin de semana se reunieron pobladores de Tlacuilotepec, Honey y Pahuatlán, además de Tenango de Doria, Acaxochitlán y Huehuetla, en Hidalgo.

Pahuatlán, Pue.- La decisión del gobierno federal de permitir la construcción del gasoducto Tuxpan-Tula por parte de la empresa TransCanada, unió a los habitantes de la sierra totonaca-otomí-tepehua que reiteraron su rechazo al paso de la tubería por territorio de los estados de Puebla e Hidalgo.

A la reunión realizada este sábado 21 de enero bajo el sol que caía sobre la Plaza Cívica del Pueblo Mágico de Pahuatlán, acudieron además miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME); y de la organización Ciudadano Unidos de Huauchinango que resisten al pago de las elevadas tarifas eléctricas que pretende cobrar la CFE en la zona que era atendida por la extinta Luz y Fuerza del Centro; y del Consejo de la Tierra Tiyat-Tlali.

Aunque el gobierno de pahuatleco cortó desde una noche antes la energía eléctrica para impedir que usaran su aparato de sonido, los habitantes de los municipios de Tlacuilotepec, Honey  y Pahuatlán en Puebla, de Tenango de Doria, Acaxochitlán y Huehuetla en Hidalgo, denunciaron que en las últimas semanas ha crecido la embestida de los empresarios canadienses, junto con las autoridades municipales, queriendo imponer una consulta sobre la colocación de la tubería que traerá gas natural desde el sur de Texas para proveer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Por ejemplo, dijeron, el pasado 12 de enero habitantes de San Andrés, Tlacuilotepec, se opusieron a la realización de una consulta a la que consideran una simulación, porque los de TransCanada - que aquí se llaman Transportadora de Gas Natural de la Huasteca-, ya habían iniciado trabajos sin su consentimiento y anunciaron que si se vuelven a parar por el poblado, les cerraran el paso.

“Ninguna ley, ninguna autoridad, puede pasar sobre nuestros derechos. Al presidente Alejandro Guzmán García le decimos que respete nuestros derechos. Que no quieran ahora preguntarnos cuando llegaron a hacer una exploración sin permiso de la ciudadanía. No todos los proyectos del gobierno deben hacerse, menos éste en que van a contaminar nuestras tierras y manantiales. Así que cuando vengan, les vamos a impedir el paso”, apuntaron. 

Mientras tanto, mencionaron, la empresa y las autoridades formaron ya algunos comités de obra en Cuautepec, Santa María y Tlanchitla, otras comunidades tlacuileñas, “en contra del pueblo indígena y quieren seguir violando nuestros derechos”.

Las historias que juntaron a hidalguenses y poblanos son similares al igual que los bienes naturales que comparten. Por ejemplo, los 3 mil 500 habitantes de San Antonio El Grande, municipio de Huehuetla, en Hidalgo, se abastecen con agua que llega desde los manantiales de la comunidad de Montellano en Pahuatlán.

Así que saben, dijeron, que deben unir sus acciones, dialogar y tomar acuerdos entre las comunidades frente a las amenazas, despojo y depredación que enfrentan sus pueblos y sus bienes naturales, a causa de la instrumentación de este proyecto, pero también de la minería, las hidroeléctricas y el fracking, entre otros.

Ni la ambición empresarial, ni las luchas, dijo un representante del Consejo Tiyat-Tlali, son aisladas. En la Sierra Nororiental del estado también hay resistencia y defensa del territorio ante los denominados “proyectos de muerte” y ha habido algunos logros: los indígenas totonakus frenaron a Grupo México en su intención de construir una hidroeléctrica en Olintla; en Zautla se detuvo a los chinos de la JDC que quieren llevarse el oro del cerro de La Lupe y en Tetela atajaron a la Minera Frisco, de Carlos Slim, que quería destruir el Cerro de Espejeras.

Además denunciaron el clima de hostigamiento que viven en estos momentos los totonakus de San Mateo Tlacotepec en Ahuacatlpan, que resistente a la construcción de la hidroeléctrica Puebla 1 de la empresa Deselec-Comexhidro, lo mismo que las defensoras de derechos humanos de Fundar y el Consejo de la Tierra, Diana Pérez Rivera e Itzel Silva Monroy.

Por ello, dijeron es importante difundir las luchas e historias de la defensa de la tierra, la vida y el territorio. Explicar cómo “nuestra Madre Tierra está siendo destruida y nos está siendo despojada, haciendo morir a la naturaleza, a nuestras comunidades, barrios y pueblos y por qué es importante preservarlas”.

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