Huauchinango, Pue.- La mañana de este martes, elementos de Protección Civil, Seguridad Pública, Bomberos y otras corporaciones de Huauchinango reanudaron la búsqueda de dos trabajadores de la empresa RPA que quedaron sepultados entre un alud de lodo y piedras suscitado la tarde del lunes mientras limpiaban una alcantarilla de la autopista México-Tuxpan, donde murió una persona y siete más resultaron lesionadas.

Bajo una tozuda lluvia continúan los trabajos para ubicar a Aldaír Peralta Pérez, de unos 20 años de edad, originario del municipio de Venustiano Carranza quien, según sus familiares, había ingresado hace apenas cinco días a laborar en la subcontratista de la empresa Auneti (Autopista Nuevo Necaxa-Tihuatlán) subsidiaria de Ingenieros Civiles Asociados  (ICA), concesionaria de la vía.

Tampoco se ha dado con el cuerpo de Jesús Antonio Tolentino, de 21 años. 

Mientras que el cuerpo de la persona fallecida ayer, el ingeniero Martín Salas Moreno de 28 años de edad con domicilio en Xicotepec, fue entregado en la madrugada a sus familiares para la realización de su funeral. Martín, era hijo del Director de Infraestructura del municipio de Juan Galindo (Necaxa).

En tanto tres de los siete lesionados que fueron internados en el Hospital General fueron dados de alta la noche del lunes, por lo que sólo dos permanecen en el nosocomio. Los nombres de los heridos son: Víctor Samuel Santiago Escudero de 25 años;  Fernando Cruz Vaquier de 24 años; José Pérez García de 27 años y originario de Papantla, Veracruz; Erick Ezequiel García Ugarte, Mario Alberto Martínez Márquez, Lorenzo Antonio Fernández de 27 años y Servando Olarte Salazar. Cinco de ellos son de Venustiano Carranza y el resto de Papantla, Veracruz.

Según familiares de las víctimas, el deslave se produjo en momentos en que a pesar de las adversas condiciones climáticas, los obreros –una cuadrilla arriba, en la autopista, y otra abajo, en la carretera federal- desazolvaban una alcantarilla de más de 100 metros de longitud que comunica a ambas vías y desemboca en la presa de Necaxa.

“El agua arrastró piedras  y tierra lodosa desde la parte de arriba de la tubería –la alcantarilla- y jaló a los muchachos que estaban en la parte baja. Se los llevó, los cubrió, los arrastró con tal fuerza que uno de ellos fue a salir hasta del otro lado de la carretera, a la orilla de la presa”, narraron.

La alcantarilla, ubicada en el kilómetro 142+514 de la autopista México-Tuxpan cruza un banco de piedra que ha sido explotado desde hace más de 40 años, ubicado a la orilla de la carretera federal del mismo nombre, por lo que el sitio se encuentra en malas condiciones de conservación y es proclive a los deslizamientos.

Roberto Pacheco Aparicio, quien dijo ser dueño de la empresa RPA, empleadora de las víctimas del derrumbe, indicó que la vibración de una maquinaria que se hallaba a 300 metros del lugar del accidente, habría provocado la caída de material pétreo y afirmó que todos los trabajadores contaban con Seguridad Social.