Huauchinango, Pue.- Mil 849 millones de pesos serán necesarios para la reconstrucción de los 29 municipios poblanos declarados en desastre, según el recuento preliminar de los daños causados por la tormenta tropical Earl a la infraestructura privada, estatal y federal, por lo que los recursos serán aportados por ambos niveles de gobierno, informó el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

Tras una reunión de los subcomités de trabajo en la región, en la que participaron delegados federales, funcionarios estatales y municipales, se determinó la suma de recursos que se invertirán en la etapa de reconstrucción y la reubicación de viviendas.

El encuentro se llevó a cabo en las instalaciones del Instituto Tecnológico Superior de Huauchinango (ITSH) con la presencia de la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga, quien al igual que el ejecutivo estatal dio por terminada la etapa de emergencia que causó el fenómeno meteorológico del pasado 6 de agosto.

Rafael Moreno Valle diferenció que en esa cifra preliminar se incluyen 289 millones de pesos etiquetados para la reconstrucción de infraestructura federal, por lo que son unos mil 557 millones de pesos los que deberán ser aportados en partes iguales por el gobierno federal y el estatal.

Adelantó que a partir de la próxima semana se arrancará con la etapa de reconstrucción y se determinará cuáles son las obras que realizará cada escala de gobierno, porque además de que el monto se dividirá entre ambos, también se hará los mismo con la aplicación del recurso.

Empleo temporal

El jefe del ejecutivo estatal señaló que además de los apoyos de mil 440 pesos por persona para el Programa de Empleo Temporal de la Sedesol, se está aplicando el mismo programa por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la primera aportando recursos económicos, mientras que la segunda ofreció herramientas para las personas que ayudaron a desazolvar los caminos y carreteras que quedaron tapados con escombros, durante el deslizamiento de tierra o desgajamientos de cerros.

Sólo en la cabecera municipal de Huauchinango, informó el delegado de Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet, se entregaron 881 acciones de empleo temporal en las que se pagó 10 días de dos jornales a cada familia, a razón de mil 440 pesos semanarios, que suman un monto total de 1 millón 268 mil 640 pesos, independientemente de lo que se entregará en las comunidades afectadas.

Sumado al empleo temporal, se entregaron más tarjetas por 5 mil pesos cada una, para que fueran cambiadas por enseres domésticos, sumando un cantidad total del programa de 5 millones de pesos, con aportaciones del estado y la federación.

Con dinero de la Secretaría de Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el gobierno del estado, se aplicó el seguro de cultivos siniestrados, entregando mil 500 pesos por hectárea de cultivo afectada y cheques de 90 mil pesos como seguro de vida a cada familia por cada uno de sus miembros fallecidos, dando un total de 41 acciones.

Se tiene planeado que en la próxima semana inicie la reconstrucción de puentes, carreteras, escuelas, viviendas e infraestructura hidráulica, en la zona compuesta por Huauchinango, Naupan, Tlaola, Chiconcuautla y Juan Galindo.

Por su parte, la titular de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga, señaló que la Semarnat ha aportado un millón 200 mil pesos para el programa de empleo temporal inmediato y se entregará un millón 490 mil pesos por parte de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) con los que se dará a 2 mil 846 familias una dotación 10 kilos de maíz, 3 kilos de frijol, 2 kilos de azúcar, 2 kilos de arroz y uno de sal, durante un mes de manera gratuita.

Rosario Robles anunció que la Secretaría de Economía emitió un programa de apoyo a los propietarios de tiendas y otros negocios que resultaron afectados por el desastre natural.

Para finalizar recomendó a los gobiernos municipales que se encarguen de localizar terrenos donde reubicar a las familias que perdieron su vivienda; que sean lugares seguros para no someter a los habitantes a nuevos riesgos.