Huauchinango, Pue.- Para que no haya duda, fue el mismo alcalde de Huauchinango, Gabriel Alvarado Lorenzo, quien se definió como “el presidente municipal más tonygalista en todo el estado de Puebla”, en medio de funcionarios de su gobierno y dirigentes políticos, durante el mitin en el que sirvió de anfitrión al candidato a la gubernatura por la coalición “Sigamos Adelante”, Antonio Gali Fayad.

Y aunque más de la mitad de los cinco minutos que duró su intervención los ocupó para echar porras a Gali, también aprovechó para manifestar que las miles de personas que lo acompañaban estaban ahí para manifestar que: “no vamos a dar ni un paso atrás. El futuro es lo que nos interesa. Todos los que estamos aquí no queremos volver al pasado”, mientras a su lado el ex alcalde Omar Martínez Amador, metía una mano a su bolsillo y fruncía el ceño, como si el mensaje lo hiciera sentirse aludido, porque el pretérito más reciente de este pueblo, lo representa él.

Desde las 10 de la noche del viernes, con el cierre de las calles Zaragoza e Hidalgo, empezaron los preparativos para el evento que se realizó el sábado por la tarde en el centro de este Pueblo Mágico.

Había que prepararse como para día de fiesta: los bomberos lavaron el concreto y otros empleados hicieron maniobras para colocar la enorme plataforma de un tráiler que sirvió como templete y hubo que quitar incluso un farol de alumbrado público, para que cupiera el armatoste que dio cabida lo mismo a líderes sindicales, que a políticos, regidores y funcionarios.

Una pantalla de leds colocada cerca del asta bandera y los tambores de una batucada animaban a los asistentes que desde las tres de la tarde empezaron a ocupar las sillas de plástico y metálicas ubicadas en el arroyo vehicular y la plancha del Jardín Reforma y que fueron insuficientes para todos los que llegaron de las colonias de esta cabecera y de las comunidades, para los maestros de las Secciones 51 y 23 del SNTE que cargaban las banderas turquesa de Nueva Alianza, los trabajadores del Colegio de Bachilleres enfundados, como su líder Ricardo Ordaz, con playeras amarillas y negras, muy parecidas a las del PRD.

Pero también estuvieron, con su lideresa,  los profesores del SETEPI, la fracción disidente del SETEP, sindicato surgido y alentado al inicio de la gestión del priísta  Mario Marín Torres, en el seno de la sección 51 del magisterio poblano, los del Conalep, los del Tecnológico Superior de Huauchinango.

Tras bambalinas, desde los balcones de algunos negocios aledaños al zócalo, los equipos del diputado Carlos Martínez Amador –por cierto ausente del evento o cuando menos del templete- lo mismo que el vocero de la campaña Javier Lozano Alarcón –que no quiso arriesgarse a la eventual bienvenida que le dieran los del SME-; y del presidente municipal, vigilaban el desarrollo del acto proselitista.

Mientras abajo, fotógrafos y camarógrafos casi suplicaban a los porristas  que bajaran sus banderas en busca de una buena toma.

Pasadas las cinco de la tarde, bajo un cielo que prometía lluvia, llegó el candidato Gali. Le tomó más de 15 minutos poder subir al templete: entre la ceremonia de enfloramiento sin Xochipitzahuac, pero sí amenizada con la batucada, los apretones de mano, los abrazos  y las selfies, se fue abriendo paso lentamente.

Vinieron luego las bienvenidas de Alvarado Lorenzo y de Omar Martínez Amador, quien aprovechó para adjudicarse la obra del Distribuidor Vial Huauchinango que está coronado con un enorme y feo monumento de Mover a México porque fue hecho con recursos federales y los polémicos trabajos de pavimentación y rehabilitación del centro histórico de esta cabecera en los que tuvieron que aplicarse algunas fianzas porque estuvieron mal ejecutadas, según la Secretaria de Infraestructura del estado. 

Mientras abajo los sindicalistas echaban competencias de porras para que el candidato supiera que estaban ahí, en el templete se acomodaban con el mismo objetivo los líderes de los partidos políticos coligados o no, como el perredista Miguel Ángel de la Rosa, la familia Castillo que ha manejado al PT en la región y hasta el secretario general del ayuntamiento de Ahuazotepec, Roberto Cruz Fosado, que llegó en representación del alcalde Edgar Alvarado Bernar, a quien al parecer no invitaron ya que enfrenta acusaciones penales por balear la casa donde había asistido a una fiesta. No fuera a ser la de malas.

En su participación, el candidato Antonio Gali, ofreció que el 70 por ciento del presupuesto que ejerza en los casi dos años que será gobernador se destinará a los pueblos indígenas y el interior del estado.

Ofreció, para incentivar la inversión devolver el 1 por ciento del Impuesto Sobre la Nómina a las empresas para que contraten a jóvenes, además de entregar semillas, fertilizantes y crear un seguro para las cosechas que pudieran ser afectadas por el cambio climatológico; además de un programa de salud preventiva para menores de 0 a 6 años que sirva para detectar y atender enfermedades hereditarias y crónico degenerativas, como la diabetes y el cáncer.  También la apertura de una dependencia especializada en la atención de personas con alguna discapacidad a cargo de ellas mismas.

Además ofreció la realización de obras que permitan la consolidación de Huauchinango como un destino turístico y la conservación de la denominación de Pueblo Mágico. 

El candidato anunció que dormiría aquí, en el hotel propiedad del presidente, cenó en la casa del diputado local Carlos Martínez y ofreció volver como gobernante para atender las demandas de la población.