• San Pedro Cholula

Corrí el riesgo de que me desaparecieran, acepta el activista Adán Xicale

En una entrevista para www.municipiospuebla.com.mx, el opositor al Parque Intermunicipal relató parte de su estancia en la cárcel

San Pedro Cholula, Pue.- Con lágrimas en los ojos, Adán Xicale Huitle relató su vida en los últimos meses cuando fue detenido, encarcelado y liberado; todo por estar al frente de un movimiento que se opuso a la construcción del Parque Intermunicipal en la zona arqueológica de Cholula.

¿Cómo describe su infancia?

Mi infancia es muy deficiente. Yo soy de origen campesino, mi familia fue campesina y también fui campesino hasta el cuarto semestre de la Facultad de Derecho. Había muchas carencias; se prefería en ese tiempo con la mentalidad de la familia ahorrar, guardar para otros tiempos  y no vestirnos ni comer, ni había tiempo para jugar. No me dejaban jugar o ir con otros niños, siempre tenía que estar haciendo una actividad agrícola o de ganadería en el campo.

Mi infancia fue raquítica. Se debe también a que mi mamá falleció cuando yo tenía 5 años de edad, por esa razón solo somos dos hermanos de familia: Una hermana 2 años menor y yo. Mi papá se dedicaba a trabajar, lo poco que ganaba lo dedicaba a la familia pero era insuficiente, pero era importante su trabajo y yo lo valoro.

¿A qué le tiene miedo?

A la soledad… Y la falta de afecto personal.

¿Cómo fue su aprehensión por parte de las autoridades?

Fue algo que yo ya esperaba. Desde el principio del movimiento yo sabía que corría ese riesgo e incluso uno mayor, que me desaparecieran o un accidente que me pudiera pasar, porque tengo entendido que el gobierno del Estado lleva secuencia de las personas que participan en los movimientos sociales o políticos y yo soy uno de ellos.

Yo estaba marcado ya por varias cosas desde el inicio y con la intervención de varias personas del mismo pueblo que habían actuado como esquiroles, traidores y me han ido señalando. En ese momento de la detención yo pude huir, pero me acorde de mi hijo que estaba en el centro de donde estaban los policías golpeando a las personas que estaban durmiendo y mi hijo estaba durmiendo ahí. Yo estaba a salvo en el lugar donde me encontraba pero no hui por dos razones: La primera es que mi hijo se encontraba ahí y la segunda que también es muy importante, es que consideré que nuestro movimiento era muy legal pues estábamos ejerciendo nuestros derechos sin hacer mal a nadie. Tenía alguien que dar la cara por parte del movimiento para decir a las autoridades que no éramos delincuentes y que no cometíamos delito alguno.

Los videos únicamente muestran el momento donde me detienen, pero antes de todo esto la autoridades golpeaban a las personas que estaban durmiendo y tuve que enfrentarlos para decirles que si querían que nos fuésemos del lugar, nos íbamos pero que no agredieran a la gente. Al verme el director de Seguridad Pública, señaló que fueran contra mí y ahí me di cuenta que era a mí a que me buscaban. No me golpearon en ese momento, solo me aseguraron de los brazos, pero ahí fue donde mi hijo con los hermanos Tlachi trataron de defenderme aunque si no hubieran actuado en mi defensa, no habrían sido detenidos.

En el transcurso de 40 metros donde estaba detenido con los policías que no tenían armas, estos se cambian de uniforme de Policía Municipal a granaderos. En el momento que se cambian de uniforme, los granaderos se empiezan a cerrar, a rodear y es ahí donde nos empiezan a pegar con los toletes. Nos meten a la camioneta y nos llevó al Complejo de Seguridad Pública; ahí fuimos recibidos por varios policías que nos amenazaron. A pesar de estar encerrados en una celda, estábamos esposados y posteriormente fuimos trasladados a la procuraduría.

¿Con qué personas convivio cuando estaba detenido?

Convivimos con todos los presos: Los que cometieron delitos de los más graves hasta el mínimo, de todo tipo de delincuentes o preinternos, pues yo no puedo decir la palabra delincuentes, si fueron o no los que causaron algún delito eso no me toca juzgar. Poco a poco iban contando sus historias y me di cuenta que ahí no hay una división de personas por su delito: con todos convivimos.

A nosotros desde que llegamos uno de los custodios vio nuestro expediente y se solidarizó con nosotros. A mí a mi hijo le expreso que él es gente del pueblo y que hace tiempo lo llevaron a San Miguel detenido porque quiso hacer un movimiento de los mismos custodios para lograr mejores condiciones laborales. Él mismo nos llevó a un área de ingreso que se llama Estancia donde había otros detenidos y les dijo que cuidadito con nosotros ya que estábamos bajo su responsabilidad.

Platicando con los demás sobre nuestra situación, se fue corriendo la información y recibíamos el apoyo de los internos con más tiempo para que pudiéramos comunicarnos con nuestros familiares a través de la llamada telefónica, nos cedían su tiempo. Había un gran respeto hacia nosotros por parte de los internos.

¿Qué aprendió en ese tiempo que estuvo encerrado?

Aprendí que hay un sector de la población completamente abandonado. Al gobierno le conviene tener a más encarcelados porque ahí tiene votos seguros para sus distintas campañas y obtener el triunfo electoral.

Otra de las cosas que para mí es la principal es que al gobierno no le interesa invertir dinero para que los Ceresos (Centros de Reinserción Social) tengan algunas actividades que vayan encaminadas a la reinserción. No hay tal reinserción social, por el contrario, ahí van a hacerse más resentidos contra el gobierno e incluso contra su familia porque hay un buen porcentaje de persona que son abandonadas por sus propios familiares. Tampoco le interesa al gobierno invertir en su proceso de Justicia, pues hay mucha gente inocente encerrada.

¿Cómo fue su liberación?

Estuvimos luchando por nuestra liberación siempre y lo que nosotros nos dimos cuenta que todas las autoridades estaban cerradas. Siempre hubo propuestas de que íbamos a salir antes, pero nada.

Les ganamos el amparo el 27 de julio del 2015 e íbamos a ser liberados ese mismo día íbamos a hacer el trámite a las 9 de la mañana pero cinco minutos después nos llaman para hacer una declaración preparatoria de un segundo proceso por los mismos hechos. Obviamente el gobierno abortó nuestra liberación y fue ahí donde nos metemos a obtener el segundo amparo donde determina que el segundo proceso no es válido porque no se podría acusar dos veces por el mismo delito. Fue hasta la tarde donde nos otorgaron nuestra libertad, porque ya no tenían argumentos jurídicos.

¿Se arrepiente de algo?

No. Sólo lo siento por haber arrastrado a mi familia.

¿Qué sigue después de todo esto?

Continuar en la lucha. Luchar contra las injusticias, hacerlo dentro de la legalidad que nos permite movernos y hacer conciencia en la gente en su realidad social.

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