Tehuacán, Pue.- Dejar la justicia en manos de la autoridad, y que los pueblos se abstengan de perpetuar linchamientos, esa fue la reflexión que realizó el obispo de la diócesis de Tehuacán, Rodrigo Aguilar Martínez, en relación a la ejecución pública de 2 encuestadores en el municipio de Ajalpan.

El documento, que publicó en su cuenta de Facebook, exhortó a los habitantes de esa zona del estado de Puebla que reflexionen para evitar incurrir en nuevos hechos violentos, mismos que -dijo- son producto del hartazgo de la sociedad ante el incremento de hechos delictivos.

Definió el linchamiento como el castigo de muchos ciudadanos contra alguien que ha cometido un delito o es sospechoso de ello, sin proceso jurídico y frecuentemente hasta concluir en la muerte; "es tomarse justicia por la propia mano sin escuchar o permitir que intervengan las autoridades correspondientes para conocer más sobre lo ocurrido".

Al respecto, reconoció que diversas autoridades: municipales, policiales e incluso eclesiásticas, son responsables por no intervenir ante dicha situación, no obstante, también atribuyó la responsabilidad a la manipulación popular para "desahogar violentamente lo negativo acumulado en el interior".

"No pretendo lavarme las manos y juzgar con el dedo a otros. De alguna manera estamos muchos coludidos y somos corresponsables –autoridades civiles, religiosas, personas de ascendiente moral en la sociedad, como padres de familia, abuelos con la sabiduría de la experiencia reflexionada, maestros- que tal vez hemos descuidado nuestra misión. ¿Qué podemos, qué debemos hacer? Hagamos lo que nos corresponde, con paciencia y creatividad, ayudando y ayudándonos", sentenció.

Por último, explicó que la paz se construye con la verdad, por lo que no se puede seguir mintiendo ni encubriendo a responsables por delitos, como en el caso del linchamiento de los hermanos Copado Molina, sentido en el que refirió que hubo diversos responsables, tanto intelectuales como materiales, y algunos otros por haber sido cómplices al no impedir o denunciar la situación.

"Es necesario llegar a la verdad de los hechos y sus causas; reparar el daño injusto; buscar y promover la justicia restaurativa; que no se repita un nuevo linchamiento", concluyó.