Xicotepec, Pue.- Aunque rechazan que se les pueda considerar “autodefensas”, unos 70 vecinos de la junta auxiliar de “Gilberto Camacho” en Xicotepec, se organizaron ante la creciente inseguridad, para, bien pertrechados, hacer rondines en la población y alertaron al alcalde Juan Carlos Valderrábano Vázquez que la situación es una “cuete que le puede tronar en las manos”.

Con la petición de garantizar su derecho al anonimato, los pobladores justificaron la formación de este grupo en la decisión de prohibir que haya policías en las comunidades como consecuencia de las reformas legales que restringieron las atribuciones de las juntas auxiliares, a las que calificaron como un “desacierto del gobernador y los diputados”.

“Porque en vez de brindarnos seguridad a las comunidades el vandalismo ha proliferado mucho. De por sí es algo que el gobierno no ha querido controlar. Porque lo que prevalece es la corrupción. Pero las autoridades sí tienen seguridad de sobra. Lo vemos. Viene aquí a darse una vuelta el presidente municipal y trae cinco o seis patrullas. Pero nosotros no los vemos”, aseguraron.

Indicaron que el mes pasado hubo seis asaltos en una semana en una misma calle. A donde desemboca el panteón de la población también conocida como “La Junta”, también abundan los atracos a los pasajeros del transporte público. “Te roban hasta frente a la presidencia auxiliar”.

“La semana antepasada -informaron- asesinaron a una mujer en La Garcita, luego de que fue a recibir su apoyo de Prospera”. El pasado 13 de marzo, tres hombres se metieron a la casa de Araceli Hernández Castañeda de 53 años de edad, la ataron de pies y manos, le vendaron los ojos y aparentemente la asfixiaron. “Además ni le robaron nada porque ya no tenía dinero”.

“Así que somos un grupo de vecinos que nos organizamos y queremos trabajar para poder tener más vigilada y controlada a nuestra comunidad. Vivimos muy cerca de La Ceiba y aunque no queremos expresarnos mal de ese pueblo, pero no podemos tapar el sol con un dedo y ahí se proliferan muchos delincuentes. También hay en El Ojite y esos grupos están creciendo”, explicaron.

La decisión de hacer guardias nocturnas, contaron, fue tomada en una reunión de la comunidad “sobre todo hombres, mayores de edad. A veces si ha venido la patrulla y se coordina con nosotros y hay otros que no. Se supone que el municipio debía darnos las garantías para la vigilancia y acreditarnos. Porque nosotros podemos ir pacíficamente, pero los otros ya vienen armados”.

Agregaron que hasta el momento el alcalde Juan Carlos Valderrábano se ha desentendido de la situación y hasta les ha dicho “pues yo no sé. Allá vean con el director de Seguridad Pública municipal, José Luis Pérez quien siempre está allá como el clásico burócrata, en sus oficinas. Nunca lo hemos visto que venga a revisar cómo está trabajado su personal”.

Algunas veces, reconocieron, pasa la policía municipal, otras la estatal y otras hasta el ejército. “Van en convoy, pero la verdad como un desfile. Ni se bajan de las camionetas. Vienen nomas a darse la vuelta con las torretas prendidas y si por ahí está el grupo de vándalos ¿qué? Pues ya les están avisando que ahí van. Ni se bajan de las camionetas”.

Pidieron que el gobernador del estado Rafael Moreno Valle intervenga en la situación pues aunque reconocieron que ha hecho “grandes obras tanto que la capital ya parece Estados Unidos. Acá en las comunidades se va a dar cuenta que no hay nada, ni seguridad”

“Queremos decirle al presidente municipal que si no atiende nuestras demandas de seguridad. Después que no se espante con las consecuencias. Aquí ya nos organizamos. En Tulancinguillo también lo están haciendo porque atracaban a las combis a cada rato. Si no le pone atención a esto, le va tronar el cuete en las manos, porque estamos muy inconformados”, concluyeron.