Chignahuapan, Pue.- Las principales calles de la ciudad sirven para vender hasta fayuca, por lo que el trabajo de los artesanos de Chignahuapan ha sido desplazado sin que las autoridades municipales hagan algo, aseguró el dirigente de la Organización de Comerciantes Ambulantes y Semifijos Gustavo Díaz Ordaz, Antonio García Angulo.

Por lo anterior hizo un reclamo al edil Juan Enrique Rivera Reyes, a quien señaló por no regular la actividad comercial en las calles, donde vendedores de Tlaxcala, Hidalgo y el Estado de México afectan los ingresos de los comerciantes locales.

“No es justo, nosotros pagamos de 200 a 400 pesos mensuales para poder instalarnos, nos obligaron a remodelar nuestros carritos de venta y a uniformarnos, con el argumento de que debemos cumplir con los requerimientos de los Pueblos Mágicos, invertimos en promedio 7 mil pesos en ese ajuste de nuestro equipo y ahora sin más Norberto (Olvera Galindo, Director de Gobierno) autoriza que también siga llegando gente de fuera a vender”, explicó.

García Angulo dijo que el ayuntamiento cobra entre 40 y 100 pesos por día de trabajo a los vendedores informales y “con eso ya está todo arreglado, aquí pasa hasta el Síndico (José Luis González Rodríguez) a cobrarle a los ambulantes que llegan de otros lugares y los dejan libremente en las calles principales y a nosotros nos mandan hasta el rincón”.

Recordó que tiene  dos meses que pidió una reunión con el presidente municipal, pero “sus particulares” le responden que tiene asuntos más importantes que atender.

Cabe recordar que en febrero pasado, la comuna anunció que a partir del 4 de marzo se empadronaría a los comerciantes ambulantes y semifijos locales para evitar la llegada de vendedores de otras ciudades.

También los establecidos tienen bajas ventas

La llegada de ambulantes de otras ciudades hizo que las ventas en los comercios establecidos se redujeran hasta 50 por ciento.   

“Nuestra pérdida ha sido con respecto del año pasado de un 50 por ciento aproximadamente por la llegada de los ambulantes de otras ciudades que ahora ya se instalan en la puerta de nuestros locales”, dijo visiblemente molesto Oscar Herrera Hernández quien es dueño de un negocio cercano a la Iglesia de la Inmaculada Concepción.

“Es una competencia desleal, no sólo es gente que viene de Tulancingo y Tlaxcala, sino que venden productos de mala calidad y por tanto más baratos y sin ninguna restricción, al amparo de las autoridades”, añadió.

Indicó que un domingo, cuando está a punto de abrir su local de dulces típicos y vinos de la región, ya tiene 5 ambulantes frente a su entrada.

Aseguró que a pesar de pedir ayuda a la policía los uniformados le dijeron que no podía retirar a los ambulantes porque ya habían pagado sus permisos.

“El cliente ya ni siquiera entra a mi tienda les compra a ellos y se va y todo porque ellos le dan de 50 a 100 pesos al día a Ulises (Rivera, Regidor de Gobernación) o al Síndico (José Luis González Rodríguez) que son quienes pasan a cobrar los supuestos permisos”.