Huequechula, Pue.- Cada año el 1 y 2 de noviembre, las personas visitan en Huaquechula las monumentales ofrendas, toman fotos, disfrutan de los rituales y actividades que se efectúan con motivo de Todos Santos, sin conocer lo que hay detrás de los difuntos a quienes le son colocadas estos majestuosos altares.

Este año fue visitado un altar dedicado a Jordán Sánchez y su hermana Lidia Él perdió la vida en enero pasado en Estados Unidos, pero su cuerpo jamás volvió a México; ella falleció en agosto, luego de que su salud empeorara al enterarse del deceso.

Rita Chapa y Silvano Sánchez son personas de la tercera edad que ahora sólo recuerdan a sus hijos. Este año colocaron una ofrenda monumental para recordar a sus dos hijos, sobre todo a su hijo varón que nunca  lo volvieron a ver.

La madre de Jordán comentó que desconoce la forma en que perdió la vida su hijo, pues la única versión que les dio su nuera es que murió ahorcado, pero su cuerpo jamás lo vieron.

Relató que acudieron a una oficina de Atención al Migrante para ver qué podían hacer a fin de repatriar el cuerpo, pero les dijeron que como el joven estaba casado por la vía civil, su esposa era la única que podía determinar donde quedaba el cadáver.

Para la señora Rita, su hijo era el único brazo derecho, pues los apoyaba económicamente. Hoy padecen de diversas carencias, pues el joven ya no está para ver por ellos.

De cuatro hijos que tuvo, explicó, dos los perdió en este 2014 y los dos que le sobreviven son mujeres y los apoyan con lo que pueden.

Los deudos expresaron que el pasado mes de octubre Jordán cumpliría 6 años en el vecino país del norte, a donde migró por falta de oportunidades laborales.