Izúcar de Matamoros, Pue.- Los ex regidores de la comuna izucarense, Bernabé Martínez Gonzáles y Cedric Solano Puig, exigieron aplicar la ley al ex alcalde Carlos Gordillo Ramírez, a quien acusaron por el desvío de 18 millones 474 mil 675 pesos en el ejercicio fiscal 2013 de su administración, lo que quedó asentado en las denuncias 230 y 404 ante la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y contra la Administración de Justicia.

Y es que luego de que fue girada una orden de aprehensión por no presentarse a los citatorios de la autoridad, el ex alcalde evitó la cárcel gracias a un amparo tramitado en el Juzgado Séptimo de Distrito.

Al respecto, los ex integrantes del cabildo pidieron que se haga justicia sin importar de quien se trate, tal y como lo pregona el gobernador Rafael Moreno Valle.   

Recordaron que en ningún momento aprobaron las cuentas públicas de Gordillo Ramírez, ya que los costos de sus obras eran muy elevados, por lo que pidieron información a los entonces funcionarios Pablo Rosas Díaz y Fátima Toledo, quien fue la tesorera, misma que nunca les llegó.

Afirmaron que el caso también llegó a la Auditoria Superior del Estado de Puebla (ASE). Sin embargo,  hace unos días, la institución les informó que ya no habría seguimiento de la denuncia porque hay una acta de cabildo con fecha del 14 de febrero del 2014, donde los regidores aprobaban los gastos.  

Los  ex regidores indicaron que la última acta de cabildo tiene fecha del 16 de enero del 2014, y se encuentra firmada por todos, y en ella nunca otorgan su aval.

Olga Lilia Ortiz Ramírez, José Luis Ibarra Castillo, Yaraset Córdova Castillo, Zaida Hoyos Hernández, Cedric Solano Puig, Bernabé Martínez Gonzáles y Carmelita Lezama fueron los 7 regidores que en el 2013 denunciaron formalmente al ex presidente municipal de Izúcar de Matamoros.

Por si fuera poco, la ASE lo señaló por no comprobar el ejercicio de 143 millones 700 mil pesos durante su periodo como presidente municipal 2011 al 2014.

También fue acusado de nepotismo al emplear a varios de sus familiares en puestos clave, como su concuño Teodoro Jorge Briones, quien era director de la Policía Municipal.