Pahuatlán, Pue.- La tala ilegal de más de 150 mil árboles del bosque de Zacacuatla, situado en los límites de Puebla e Hidalgo, en cinco años ha afectado la recarga de los manantiales y los mantos acuíferos que abastecen, entre otros, a los pobladores de los municipios de Honey y Pahuatlán, denunciaron miembros de la cooperativa El Ocotenco.

La organización, formada hace siete años por habitantes de la comunidad perteneciente al municipio hidalguense de Acaxochitlán, indicó que además del saqueo de los macizos, se encuentran en riesgo también los manantiales del lugar, debido a que Erik Sosa, sobrino del político Gerardo Sosa Castelán, los quiere entubar y privatizar.

El corte “clandestino” de maderos, porque se hizo a cualquier hora del día, fue encargado, desde el año 2009, a una banda delincuencial denominada Los Negros, por Margarita y Pedro Canales quienes se dicen dueños de 55 hectáreas en conflicto del predio denominado El Tecolote, explicaron.

Encabezados por Filiberta Templos, los pobladores de Zacacuatla, tomaron medidas para frenar la tala que han ido desde acciones legales hasta amarrarse a los árboles con listones de colores. Cuando estaban en el bosque llegaron Los Negros y motosierra en la mano, “se las pasaban encendidas entre las piernas y por la cabeza mientras nos decían ‘tanto quieren a los árboles que un día de estos van a amanecer colgadas a uno de ellos’”   

En los años que llevan luchando por defender al bosque, contaron, les ha sucedido de todo: han encarcelado a sus autoridades; en el año 2003, Samuel Cruz Hernández uno de los más activos participantes en estas batallas fue asesinado a balazos en la puerta de su casa. Su homicidio continúa impune.

Aunque han logrado disminuir la tala, admitieron, la actividad sigue porque es solapada por algunas autoridades. Por ejemplo, hasta el año pasado lo común era que si la Policía Municipal detenía algún vehículo cargado con madera, “los taladores pagaban 400 pesos por dejarlos libres y ya no pasaba nada”.

Ahora, los vecinos de Zacacuatla buscan que el gobierno expropie las 55 hectáreas de El Tecolote y las declare área natural protegida. “De este bosque dependen más de 4 mil pobladores.

Libro de batalla

La historia de estas batallas, ha sido contada en verso por una mujer de 84 años, Benita Ibarra Canales, “La Madrina”, quien este domingo presentó en el café Pahuatlán su libro “Zacacuatla: vida y rituales”.

La obra es la memoria de esta lucha, que se debe conjugar en tiempo presente, pero es también un vistazo y un lazo al pasado de la comunidad con la descripción detallada que hace de la casa en que creció, de la “galanura” de su padre -músico e intérprete del huapango-, del uso que se daba a cada rincón, a cada mueble, a cada objeto, animal o fruto de la tierra.   

“Las palabras sencillas de doña Benita son como la raíz de esos pinos que defienden los de Zacacuatla y nos  invitan a liberarnos y a construir nuestro espíritu como pueblo. Nos convidan también a que no olvidemos que no debemos ser traidores de nuestras propias almas”, se dijo en la presentación organizada por Leobardo Jacob Lechuga reunió a un grupo de defensores de los recursos naturales como Pascual Agustín Cruz y José Ramón Aniceto ex presos de conciencia de la comunidad de Atla y al escritor pahuatleco Edson Lechuga.