Acatlán, Pue.- Cientos de peregrinos recorren carreteras y caminos ruarles para llegar a la población de Amatitlán de Azueta, lugar donde se encuentra la Virgen del Carmen que según los pobladores fue quemada por un rayo que atravesó el templo hace más de medio siglo.

La historia comienza en que una tarde de julio, se registró una fuerte tormenta con relámpagos muy espantosos y en uno de esos cayó un rayo que iluminó todo el pueblo de Amatitlán, minutos después comenzaron a sonar las campanas como señal de alarma, el rayo había caído sobre la cúpula mayor del templo y al traspasar la bóveda, le tocó a la virgen que se encontraba en el altar por celebrarse días antes su fiesta.

La gente se dio cuenta porque de arriba de la iglesia estaba saliendo mucho humo y fue entonces que se reunió todo el pueblo, abrieron el templo, al entrar se dieron cuenta que la Virgen del Carmen estaba ardiendo en llamas en el suelo, de inmediato la apagaron pero ya se había quemado casi toda, por lo que después tuvieron que mandarla a restaurar y milagrosamente quedó intacta.

Según Doña Elena Martínez Gallardo, esto sucedió un 31 de julio de 1947 y desde entonces la festividad de la Virgen del Carmen se celebra en este día en esta población, el festejo es una manera de cómo recordar aquel suceso que dejó asombrado a los fieles católicos, por eso ahora la fiesta se viene haciendo en grande, se reciben peregrinaciones de muchos lugares de la región.

Martínez Gallardo señaló que los peregrinos vienen a pie, otros a caballo y algunos más son jóvenes ciclistas que también se han sumado a esta fiesta en honor a la Virgen que le cayó un rayo, todos llevan una sola devoción, pedirle a la santísima madre de Dios por sus cosechas de temporal, por la estabilidad de las familias en el municipio y en toda la mixteca poblana, pero esta fiesta este año sirvió para agregar dos nuevas peticiones; el regreso del registro civil a las juntas auxiliares y justicia para la familia del menor José Luis Tlehuatle de Chalchihuapan.

Zoyla Álvares es otra creyente de la Virgen que da testimonio de que cada año son más los peregrinos, a todos se les da de comer al terminar la misa principal, se les da las gracias y se les invita a que el próximo año vuelvan a honrar a la Virgen milagrosa del Carmen.

Señaló que desde aquel suceso en Amatitlán no se ha registrado otro igual. La entrada de peregrinos es con estandartes, bandas musicales, danza de tecuanes, cohetones, repiques de campanas y alabanzas, todo en ofrecimiento a la imagen religiosa que sin duda alguna cuida de todos los que participan en ésta su fiesta.