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Aún no se estrena y ya presenta hundimientos la autopista México-Tuxpan

El concreto quedó destruido en una longitud de 50 metros y hasta medio metro de profundidad.

Tlacuilotepec, Pue.- Hasta cinco meses podría retrasarse la apertura de la autopista México-Tuxpan por un hundimiento del concreto de hasta medio metro de profundidad de 50 metros de longitud en el tramo ubicado en el Cerro de la Ardilla, cercano a la comunidad de Teteloloya, municipio de Tlacuilotepec en la sierra noroccidental de Puebla.

Las fuertes lluvias de la temporada, dijeron algunos obreros de la construcción, sacaron a la luz “varios detallitos” en la vía de 283 kilómetros cuya construcción fue iniciada en 1994, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y fue inaugurada sin terminar por Felipe Calderón Hinojosa un día antes de que dejara el poder el 29 de noviembre de 2011.

Esta no es la primera ocasión en que la conclusión de la autopista se retarda, en mayo de 2012 la obra estuvo en crisis por la falta de recursos propiciada por el encarecimiento del proyecto cuyo trazo ha sido modificado en diversas ocasiones, la tardanza en la liberación de los derechos de vía y la falta de aplicación de unos 500 millones de pesos asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación desde el 2011.

A esto se sumaron las dificultades económicas por las que atravesaron la española FCC (Fomento de Construcciones y Contratas) que en sociedad con ICA (Ingenieros Civiles Asociados) crearon la empresa Autovía Necaxa –Tihuatlán, S.A. de C.V. (Auneti), para la construcción del tramo Nuevo Necaxa – Ávila Camacho, el más complejo y caro de los que componen la vía, a cargo de otra empresa con distinta denominación: Connet, pero formada por estos mismos socios.

Ahora, dicen pobladores de La Esperanza y Teteloloya en Tlacuilotepec, que hace cosa de un mes o mes y medio el concreto se hundió adelante del kilómetro 66+580 porque en el Cerro de la Ardilla “las aguas bajan con fuerza y porque los de la constructora (CONNET, filial de ICA) nunca le pidieron permiso al guardián del cerro para hacer la obra”.

Cuenta don Pedro García –de origen totonaco-, que en el cerro habita un dios viejo que es llamado Huehue, un equivalente al señor del monte y de los ancestros, que moran en el mundo  inmediato y tiene a su cuidado a los animales y los mantenimientos, como el maíz, además de la montaña, y a él hay que dirigirse para que autorice que se haga la obra. “Si no da su permiso la autopista se va a seguir hundiendo”, pronostica mientras sus compañeros asienten con la cabeza.

Sin embargo, éste no es el único “detalle” que le ha salido al tramo Necaxa-Tihuatlán de la autopista México-Tuxpan, dicen los obreros que pidieron omitir sus nombres por temor a quedarse sin trabajo, hay un derrumbe en el túnel Xico I a la altura de la comunidad de Las Pilas, en Xicotepec, por la caída del concreto con que se reviste el acero que soporta el corredor.

Un problema similar se registró en el mismo sitio el 21 de junio de 2012, de acuerdo con información dada a conocer en ese momento por personal de la Dirección de Protección Civil del estado.

Aunado a lo anterior, refieren los pobladores de La Esperanza, a finales de mayo, habitantes de Plan de Ayala y Nuevo Tenancingo, también en Tlacuilotepec, cerraron la vía por 15 o 20 días en demanda del pago de sus indemnizaciones por las afectaciones que les causó la construcción de la súper carretera que partió en dos a sus pueblos y a la que paradójicamente no tienen acceso.

También reclaman la ejecución de trabajos de remediación para restaurar 17 manantiales y la construcción de puentes peatonales.

Aunque el plantón ya fue levantado, se desconoce si hubo algún acuerdo con los empresarios de CONNET y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

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