Izúcar de Matamoros, Pue.- Durante este fin de semana, como cada 3 de mayo, los albañiles de Izúcar de Matamoros festejaron su día en las diversas construcciones, donde no laboraron pero sus patrones les festejan con mole, adobo, mixiotes, cerveza, entre otros; pese a ello, los maestros de la construcción aseguran que su empleo no es valorado en México.
 
Como es costumbre, desde muy temprano las diversas construcciones lucieron con una cruz en el punto más alto para que los albañiles sean protegidos de los accidentes a los que están expuestos, esto como parte de una creencia en el Día de la Santa Cruz y el Día del Albañil.
 
Alfredo López, quien es maestro albañil desde hace más de 20 años, comentó que actualmente este oficio es algo muy peligroso y mal pagado, además de que es muy escaso.
 
Al respecto, el líder del sindicato de trabajadores de la construcción, Felipe Cárdenas, comentó que desgraciadamente en México el trabajo de un albañil aun no es valorado, pues estos ganan muy poco, ya que los mejores pagados vienen sacando 150 pesos o con mucha suerte hasta 200 pesos al día, lo cual no alcanza para mantener una familia, sobre todo si ésta es grande, además de que muchas veces trabajan más de 8 horas sin recibir sueldo extra por ello.
 
Detalló que el trabajo para los albañiles a veces es escaso, lo cual, muchas veces no les permite tener una mejor calidad de vida.
 
Mencionó que tan solo en Izúcar de Matamoros alrededor de unos 500 albañiles carecen de empleo, lo cual es provocado por constructoras que efectúan obras en el municipio, pero traen mano de obra de otros lugares, y no generan fuentes de trabajo para los izucarenses.
 
Cabe mencionar que muchos albañiles izucarenses aprendieron el oficio de sus padres, y han hecho de éste su modo de vida, por ello aunque existe poco trabajo y es peligroso, no lo cambiarían por nada.

Los propios trabajadores lamentaron también que otras personas que se dedican a este oficio, por ofrecer su mano barata vengan a Izúcar a quitarles su empleo, lo cual genera que los albañiles izucarenses tengan que emigrar a estados como Morelos, Oaxaca y Guerrero para buscar trabajo, y en algunos casos se vean en la necesidad de malbaratar su esfuerzo, porque no les queda de otra.