Zacatlán, Pue.- Las regiones norte y nororiental del estado de Puebla, serán sujetas de exploración arqueológica por parte del Centro de Investigaciones de la Sierra Norte de Puebla A. C. (CISNP), principalmente para la elaboración del catálogo de las zonas ya existentes así como la localización de nuevos vestigios, así lo dio a conocer el Gustavo Luna González, director de este centro.

El arqueólogo de profesión, afirmó en entrevista que para realizar los trabajos de campo en 35 municipios de esta zona poblana que se extendería desde el municipio de Chignahuapan hasta Venustiano Carranza en los límites con el estado de Veracruz, universidades de prestigio internacional en el tema se sumarían a las investigaciones tales como la Universidad de Concepción (Chile) y el Instituto de ciencias antropológicas de Castilla y León (España).

Esta búsqueda de nuevos sitios arqueológicos pretende ser uno de los más ambiciosos en esta región del estado, toda vez que extinguirá  esos rumores que señalan a ciertos puntos como pirámides y no son más que cerros o en el caso contrario, que para los pobladores son sólo cerritos y resulta que son vestigios arqueológicos.

El investigador citó como ejemplo un caso en la región donde se encontró una pirámide, en la que los propios pobladores no tenían conocimiento de la misma, no se ha hecho ninguna investigación seria  y por lo tanto sigue en el abandono. Lo que el CISNP propone es ubicar fehacientemente poblaciones, períodos históricos, rutas entre los pueblos, así como ubicar el patrimonio histórico de los municipios.

De este modo, en estos 35 municipios de la Sierra Norte de Puebla se pueden encontrar alrededor de 20 sitios arqueológicos, entre lugares ceremoniales, juegos de pelota, lugares sagrados que han sido olvidados por la mayoría de la población, pero que al ser absorbidos por la mancha urbana se emplean para otros propósitos (bodegas, espacios recreativos, zonas de cultivo, etc.).

“Pretendemos generar líneas históricas, es decir, identificar lugares y tipos desde los primeros asentamientos, hasta los más recientes, lo que podría trazar una línea de tiempo desde el preclásico hasta el post clásico tardío, lo que incluye las migraciones, así como los acercamientos con Texcoco y Tenochtitlán y el momento en el que se dio la conquista por los europeos”, dijo.

En la primera fase se clasificarán los vestigios ya conocidos, pero sin el prejuicio de que son los únicos. “La propuesta de esta investigación es darle difusión a estos sitios y en consecuencia, hacer que la población reconozca el valor cultural e histórico en que vive; además del registro de estas zonas para que quienes tienen la posibilidad de decidir puedan hacer una elección de cómo preservar este patrimonio histórico, porque en la actualidad no hay un catálogo como éste que se pretende hacer, tal vez el Instituto Nacional de Antropología e Historia tenga algún catálogo por la naturaleza propia de su trabajo, pero aun así, no existe un documento en el que se puedan definir estos asentamientos, culturas y líneas de tiempo en la región”, apuntó.

Detalló que hasta el momento uno de los principales obstáculos ha sido el financiamiento, pero que se encuentran en la búsqueda de patrocinadores para este proyecto en el que se aplicará todo el quehacer arqueológico y antropológico, “cualquier ayuda es buena, sobretodo la que tenga que ver con los patrocinios, pensamos en un producto que vaya más allá de la consulta, pretendemos que pueda servir como herramienta para el desarrollo de las comunidades, por ejemplo, podrían trazar rutas turísticas que fomentarían bienes y servicios y, por lo tanto, estarían generando fuentes de empleo e ingresos.

“Para que esto se pueda lograr, es necesario que se haga investigación seria, por eso nos apoyaremos de especialistas aprovechando la interdisciplinariedad que nos ofrece el intercambio con la Universidad de Concepción (Chile), del Instituto de ciencias antropológicas de Castilla y León (España) y en un futuro probable, la de Stanford (Estados Unidos)”, adelantó.