Ciudad Serdán, Pue.- Cansados de lo que consideran abusos de autoridad de los inspectores de la Secretaría de Transporte, transportistas decidieron bloquear la carretera federal Ciudad Serdán-Esperanza, a la altura de la junta auxiliar de San Francisco Cuautlancingo.

El bloqueo carretero fue organizado por decenas de transportistas que agotaron su paciencia y decidieron “parar” la circulación de esta importante vía de comunicación que conecta a El Seco, Cañada Morelos, Azumbilla y Tehuacán.

De acuerdo con los inconformes, los inspectores de la Secretaría del Transporte incurren en abusos de autoridad, a tal grado que “sin justificación alguna” se llevó una camioneta de uno de los transportistas, situación que provocó el descontento de los conductores y cerraron la vialidad.

Con el cierre, cientos de transportistas y particulares han retrasado su llegada a los diversos municipios de la zona, inclusive algunos no han podido conectarse a la autopista Veracruz-Puebla-México, toda vez que en Esperanza se encuentra la caseta que comunica con el estado de Veracruz.

En respuesta la Secretaría General de Gobierno (SGG) emitió un ultimátum a los manifestantes para abrir la vialidad e iniciar el diálogo pertinente para solucionar su problema, de lo contrario, serán desalojados.

A través de la Subsecretaría de Asuntos Políticos y Protección Civil, calificó esta manifestación como una lesión al derecho de terceros para circular por esta carretera, pues los manifestantes no acceden al diálogo con las autoridades competentes.

La dependencia gubernamental indicó que en caso de que los manifestantes no quieran iniciar pláticas, se solicitará el auxilio de la fuerza de Seguridad Pública para liberar la carretera.

En este sentido, la SGG invitó a los transportistas implicados a iniciar el diálogo para encontrar una solución que satisfaga sus necesidades, evitando en todo momento algún tipo de confrontación con los elementos de seguridad que podrían proceder al desalojo de los protestantes.

Así, la SGG realizó el ultimátum a los transportistas, destacando la apertura y disposición inicial para iniciar el diálogo, con la única condición de respetar los derechos de terceros que no tienen nada que ver en las inquietudes de los manifestantes, y enfatizando que en caso de fracasar esta alternativa, el uso de la fuerza pública se realizará respetando sus derechos humanos.