San Pedro Cholula, Pue.- Ante la falta de empleo, omisión de programas estatales asistenciales, prevención migratoria del ayuntamiento local, presencia de violencia intrafamiliar, entre otros factores, de enero a octubre de este año, aproximadamente 500 ciudadanos originarios de San Pedro Cholula han abandonado este municipio para migrar a los Estados Unidos de América en busca de mejores condiciones de vida, informó la regidora de migración, Erika Vega Gutiérrez.

La funcionaria pública señaló que de las 13 juntas auxiliares con las que cuenta esta entidad administrativa, el fenómeno de la migración cobra mayor fuerza en San Francisco Coapan, San Cristobal Tepontla, San Diego Cuachayotla y Santa María Acuexcomac, localidades en las que llega a contabilizarse la salida del municipio hacia la Unión Americana de hasta 11 personas por día en determinadas temporadas.

En cifras generales, de enero a octubre de 2013, San Pedro Cholula ha generado alrededor de 500 migrantes, entre los cuales se incluyen mujeres e infantes de 11 años de edad, mismos que buscan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos bajo la premisa de garantizar una mejor calidad de vida a ellos y a sus familiares.

Vega Gutiérrez indicó que la salida del municipio al extranjero por parte de sus habitantes se debe principalmente a la omisión de programas asistenciales de apoyo por parte del gobierno del estado, pues anteriormente eran repartidas despensas, que si bien no resolvían el problema, significaban un apoyo a las familias al dotarlas de alimento por al menos 15 días.

Lamentó que el gobierno de Puebla se ha mostrado “opulento” y “vanidoso”, dejando de lado estos programas junto con el fomento al campo y a las actividades primarias de las comunidades con mayores índices de marginación, ejemplificando que en algunas juntas auxiliares de San Pedro se dedican a la producción agrícola y de ladrillos, que de ser impulsados prevendrían la búsqueda de oportunidades en otros países.

Consideró que la actual administración de San Pedro Cholula, encabezada por la alcaldesa Dolores Parra Jiménez, se ha mostrado apática e indiferente, pues se dejó en último término la regiduría de migración, por lo que solamente se resuelven consecuencias descuidando con ello acciones encaminadas a la prevención de la migración, y destacando que este tema ha recibido mayor atención por parte de organizaciones civiles, como el caso de Organización Tepeyac.

De igual modo, creé que algunas decisiones tomadas por el Instituto Nacional de Migración perjudican en este ámbito, pues si bien es cierto que cuentan con políticas y metas adecuadas, la inclusión de personas no capacitadas y con formación policial o militar, origina que se realicen acciones de lucro o que no garanticen los derechos humanos.

La regidora indicó que la migración al menos en este lugar deriva en múltiples problemas como la afectación directa a las actividades económicas regionales al restar autonomía laboral en las juntas auxiliares, abandono de sectores vulnerables por parte de sus familiares, el incremento de la delincuencia en el municipio por la presencia de transmigrantes, y el peligro al que se exponen quienes viajan ilegalmente a Estados Unidos por situaciones como el crimen organizado, extorsión, trata de personas, etc.

Vega Gutiérrez indicó que tras la migración en el municipio son evidentes los estragos en las comunidades. Hombres en edad productiva que se desempeñaban como líderes de hogar o como padres de familia, abandonan sus hogares dejando con ello al sector vulnerable que incluye mujeres, niños, ancianos y discapacitados.

Cada vez es más notorio que en algunas poblaciones hay un mayor número de habitantes conformado por mujeres, niños y gente de la tercera edad, como muestra, comentó que se registra la salida de 70 niños de sexto año de primaria y únicamente se inscriben de 12 a 15 alumnos en secundaria, poniendo de manifiesto que el número restante opta por salir del municipio rumbo a EE.UU. para dedicarse a trabajar.

Con estas deficiencias, las mujeres y niños se convierten en un blanco fácil de abusos, sufriendo además carencias, falta de oportunidades y teniendo en sus hombros la carga de mantener sus propios hogares, por lo que en años recientes se han visto obligados a migrar al igual que el resto de sus familiares.

La funcionaria de migración resaltó que sobre las afectaciones a las juntas auxiliares, sobresalen los peligros a los que se enfrentan aquellos que se atreven a cruzar el país para alcanzar “el sueño americano”, específicamente por factores como el crimen organizado, violaciones, explotación, estafa y asesinato.

Detalló que en promedio, los coyotes y polleros les piden hasta 5 mil pesos por la sola promesa de ponerlos en suelo estadounidense, sin embargo, en la mayoría de los casos esta situación nunca se consigue, pues estas personas suelen abandonarlos, matarlos o prostituirlos, esto si no antes el crimen organizado interviene, dejando consecuencias iguales o peores.

Explicó que son mujeres y niños los más vulnerables, pues tuvieron un caso en el que dos mujeres menores de 12 y 13 años regresaron embarazadas tras haber sido prostituidas por los polleros que les prometieron transportarlas.

Además de todo lo anterior, hizo énfasis en que al llegar a Estados Unidos son víctimas de constantes caserías para conseguir su deportación, pues este hecho representa un negocio sumamente lucrativo pues por cada mexicano que es capturado y enviado de regreso, los senadores responsables reciben un bono de hasta 5 mil dólares.

Estos conflictos han dejado un número de 16 desaparecidos de los que han encontrado 4, no obstante, aseguró que continúan los trabajos de monitoreo en hospitales, cárceles, en albergues, centros de trabajo, pero dijo que uno de los obstáculos es que cambian de nombre por algún problema que tengan.

Finalmente, al ser cuestionada sobre qué se necesita para prevenir la migración en San Pedro, sobre todo a partir del cambio de administraciones municipales en 2014, detalló que se requiere de autoridades con sentido humano que tengan disposición de trabajo, legislaciones, recursos, y sobre todo, apoyos sociales, de impulso al campo y educación, principalmente.