Teziutlán, Pue.- Machismo, poder y cultura se conjugan en el noviazgo por los jóvenes varones para maltratar a la mujer. Las agresiones van desde el chantaje, la presión a ceder a algo y hasta la violencia física, siendo las jóvenes de las juntas auxiliares la población más vulnerable pues viven en un entorno entre el rezago educativo, la pobreza, pero sobre todo en un contexto en el que obediencia, sumisión, la tradición y ser considerada en segundo plano, las hacen las víctimas perfectas.

Así lo resumió la coordinadora del Instituto Municipal de la Juventud, Karen López Bandala, quien reconoció que las jóvenes teziutecas sufren violencia en el noviazgo, la que viven en silencio y a veces hasta piensan que es una convivencia natural, “la novia se deja, porque papa es el que manda en la casa, desde ahí empezamos a generar todo este tipo de violencia”.

De acuerdo con el censo 2010 realizado por el INEGI, en Teziutlán existe una población de 92 mil 246 habitantes y casi una tercera parte –el 27.6 por ciento- está integrada por jóvenes entre 15 y 29 años de edad.

Según lo que detectó el Instituto Municipal de la Juventud, es que, la violencia se da por fases y empieza con la psicológica para terminar con la física y a veces hasta con finales infelices y trágicos, “por hacerles caso al novio”.

Empieza con los celos y los cuestionamientos y termina con los golpes, esto es la violencia en el noviazgo que sufren jovencitas teziutecas y en especial quienes vienen en las comunidades porque les da pena hablar de este problema “porque no son casadas” y peor aún, no saben como salir de tal martirio, “se ciegan porque piensan que es el amor”, explicó Karen López.

“Es el machismo, los chicos ya no lo ven como tener una relación sana, ya es el poder sobre la relación” lamentó en entrevista.

¿Pero quienes son las más vulnerables?, se le preguntó y a lo cual contestó que son las chicas de las comunidades y se debe a su contexto, a su pobreza, a su educación, “llegan tal vez a la secundaria y ellas ya saben que se tienen que casar, las mamás y los papás les consiguen el novio con tal de que ya se casen, ellas empiezan a sufrir un maltrato desde la familia en el que se ve reflejado desde los padres”.

Lo que dice la coordinadora del Instituto Municipal de la Juventud es crudo porque aquí las jóvenes también son tratadas como objetos para entregarlas al novio, “me han tocado dos casos por Mexcal (Mexcalcuautla) que son presionadas las niñas” y prosigue al explicar que la familia, “ya no puede darles más que el apoyo de otro hombre que se convierte en el marido de la joven”.

Insistir en que ser maltratadas en el noviazgo y tratadas como objeto no es una vida normal, ha sido un tema recurrente por parte de esta área, pues la problemática no queda en el plano individual y familiar sino impacta en la sociedad y a veces con finales trágicos como suicidios por desintegración familiar y violencia en el noviazgo, pero que es algo dice que no se puede comprobar, sino solo queda en la versión.