Meditación sobre Martin Luther King

Vale la pena ver la película 'Selma' que se está exhibiendo en estos días. No tanto por conocer la historia que ahí se cuenta, sino por apreciar cómo ha cambiado la sociedad en los cincuenta años que han transcurrido desde ese episodio de la lucha de los negros norteamericanos por sus derechos civiles. La película puede dejar un cierto sentimiento de nostalgia a quienes eran jóvenes en los años sesenta del siglo XX.

En esos años las luchas sociales se daban porque eran moralmente correctas. Había una situación injusta que debía cambiar sin importar el costo personal y sin esperar ventajas, riqueza ni honores. Las revueltas del 68 en muchos países del mundo buscaban mayores libertades individuales y la disminución de poder estatal. Se enfrentaba a la policía para protestar contra la guerra de Vietnam que se percibía como injusta. En México, los miles de jóvenes que marcharon pedían la destitución de jefes policíacos, cambios en el código penal, libertad de presos políticos y otras demandas (El pliego petitorio puede encontrarse en Internet). En el fondo, quizá, lo que se quería era semejante a lo que buscaba Martín Luther King: respeto efectivo de los derechos civiles.

Parece, sólo parece, que ese idealismo desinteresado se ha perdido en nuestros días. Es difícil ver luchadores sociales que, como Luther King, se jueguen la vida por lo creen que es su obligación moral. Es difícil que uno de tales líderes logre muchos seguidores. En México, donde la desvergüenza de nuestra clase política envenena toda la vida nacional, es casi imposible que un discurso nos conmueva y nos convoque a la acción.

¿Pero es verdad que en México no hay líderes con estatura moral, dispuestos a luchar sin esperar beneficios personales? Quizá ha habido y hay pero no los vemos. Va una lista incompleta y desordenada de personas que en algún momento alzaron su voz, entusiasmaron muchedumbres, y pusieron su vida y sus recursos al servicio de una causa noble: Manuel Clouthier, Rosario Ibarra, Cuauhtémoc Cárdenas, Vicente Fox, Subcomandante Marcos, Alejandro Martí, Isabel Miranda, María Elena Morera, Javier Sicilia. Quite o ponga según le guste, pero ahí están.

Algunos de ellos han muerto y otros están casi apagados. Pero. mantengamos los ojos abiertos para reconocer a los nuevos luchadores sociales que vayan surgiendo. ¿Por qué parece tan absurdo pensar en un Luther King mexicano? No hablo de un mesías, pero sí de un líder inteligente y desinteresado que se empeñe en rectificar una, una sola, de las cosas que no funcionan en nuestro país.

Twitter: @memohinojosa