La economía de lo chafa

La economía de lo chafa, o Kakonomía, es mucho más que “lo barato cuesta caro”, como decimos cuando nos arrepentimos de haber comparado algo que dejó de funcionar. La Kakonomía implica una especie de pacto en el intercambio de servicios y en la compra-venta de bienes. El pacto dice así: “Lo que yo te doy es de mala calidad, igual que lo que tú me das. Los dos nos comprometemos a decir que es bueno”.

Para ilustrar esta idea pensemos en el dueño de un café que quiere poner variedad para mejorar su clientela. Pero quiere pagar poco o nada y se arregla con un músico principiante dispuesto a trabajar gratis para darse a conocer. El empresario tiene casi la certeza de que el músico es malo, pero no cobra. El músico sabe que no le van a pagar y no le pueden exigir mucho. El público sabe que la variedad es mala pero es barata. Todos prefieren que les den algo malo a cambio de que no les pidan mucho. Ese café no tiene un futuro brillante.

El mercado está inundado de chinerías que no duran, no sirven o tienen severas limitaciones pero son baratas y bonitas. El vendedor sabe que su producto es malo, pero no lo dice, y el comprador también lo sabe pero se hace la ilusión de que le saldrá bueno. Una buena computadora de tableta puede costar tres o cuatro mil pesos, o más. Pero te vendo esta 'para niños' en setecientos. No me vengas a reclamar que no sirve, ¿qué esperabas por setecientos pesos? Cuando los clientes se cansen de comprar tabletas que no sirven, les venderán otra cosa. Los fabricantes chinos saben que sus productos no sirven y alegan que sus clientes también lo saben. Eso es Kakonomía

Cuando el comprador no sabe que está en un pacto kakonómico, vienen los problemas. Tal es el caso de un reciente fraude financiero. El vendedor decía. “Yo te pago más intereses, que el banco y supongo que ya sabes que a mayor interés, mayor riesgo” El comprador decía, o debió decir: “Te compro tus altos intereses aun sabiendo que pueden fallar”. Todos decimos que es muy buen producto. Los compradores no supieron, o no quisieron saber, que estaban pagando por un producto de mala calidad. Todo el asunto parece más un pacto de ignorancia que un engaño.

Algunos románticos que detestan el Mercado piensan que es posible regresar al trueque de bienes y servicios. Periódicamente surgen iniciativas como “Yo te enseño inglés a cambio de que tú me enseñes carpintería”. La mayoría de las veces estas iniciativas fracasan porque las partes ni dan ni exigen calidad de manera sostenida. Eso es la Economía de lo Chafa.

En internet se puede ampliar el tema si se busca “kakonomics”.

Twitter: @memohinojosa