En Chalchihuapan preparan crimen contra los antorchistas

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El día sábado 8 de noviembre, la diputada federal Roxana Luna Porquillo publicó en la red social Twitter el siguiente mensaje solitario: “Antorcha Campesina utiliza a los jóvenes como grupo de choque apoyado por los maestros, lo que genera miedo, pero seguimos resistiendo”. Para cualquier lector, sin el contexto adecuado, el mensaje le genera más dudas que respuestas. ¿A qué jóvenes se refiere? ¿Cuál es esa “resistencia” que ofrece una diputada ante el “grupo de choque”? ¿Sobre qué problema? Para entender esto, es necesario reunir otros dos elementos aparecidos por las mismas fechas: un volante “anónimo” y a eso sumarle dos declaraciones de prensa. Pero antes es necesario no pasar por alto que, a la luz de los lamentables e indignantes acontecimientos de Iguala en los que la dirigencia del PRD tiene mucho que explicar, la declaración de la diputada perredista Roxana Luna se vuelve aún más peligrosa. Una vez más, un perredista de renombre se va a la cargada contra estudiantes indefensos, ahora antorchistas, a los que sin más ni más llama “grupo de choque”, un epíteto que no demuestra en absoluto, haciendo con ello un velado pero muy preciso llamado a su represión. Y eso nos conduce a una nueva pregunta, a la que este escrito dará respuesta líneas adelante: ¿quién es el verdadero destinatario del mensaje? ¿Qué grupos son los que deben enterarse de que los “jóvenes” están formado un “grupo de choque” y, por tanto, preparar la “resistencia”?

Pues bien, el lunes 3 de noviembre, en San Bernardino Chalchihuapan, junta auxiliar de Santa Clara Ocoyucan, un municipio poblano conurbado con la capital del estado, comenzó a ser difundido, con harta profusión, un volante “anónimo” en el que se amenaza de muerte a dos integrantes del pleno antorchista de aquella población y a un ciudadano que funge como portero mayor de la Iglesia del pueblo. El volante no se queda en la amenaza y llama abiertamente a la población para que linche por “traidores y ojetes” a los tres ciudadanos mencionados. Lo primero que a cualquier persona sensata se le ocurriría preguntar es: ¿a qué causa “traicionaron”? ¿A qué se debe que se les llame “ojetes” en el volante? El escrito de marras no lo aclara. Visto sólo el haz del problema, el lector del volante se queda con la duda. Para armar el puzzle hay que echar mano de otros elementos importantes, que los autores del panfleto prefirieron hacer públicos por separado, en su intento por no delatarse.

Ese mismo día, lunes 3 de noviembre, el diario Intolerancia publicó una nota en la que Araceli Bautista, madre del edil auxiliar de Chalchihuapan, Javier Montes Bautista, afirmó que Antorcha Campesina “sigue” acosando a los pobladores que fueron reprimidos  el día 9 de julio por manifestarse en la autopista Puebla – Atlixco, con el saldo ya conocido por quienes han seguido las secuelas de aquella noticia. Como todo poblano sabe, entre las órdenes de captura que siguieron a la represión contra los pobladores de Chalchihuapan se encontraba la del propio Javier Montes Bautista, que ahora se halla prófugo de la justicia. Y como algunos se pudieron enterar, en reiteradas ocasiones, la diputada Roxana Luna Porquillo y su hermano Vladimir Luna, a través del periódico Intolerancia, intentaron hacer creer a los poblanos, sin éxito, que el Movimiento Antorchista se encontraba coludido con el Gobierno del estado para reprimir a los pobladores de aquella zona. La nota se repitió, c por b, el día sábado 8 de noviembre en el mismo diario. De esta forma, mirando el envés de las cosas, resulta entonces que el volante, firmado por “un exantorchista listo”, ya no es tan “anónimo”; el llamado al linchamiento de tres ciudadanos por “traidores” tiene nombres y apellidos: Araceli Bautista, Roxana Luna y Vladimir Luna.

Transcribo entero, y textualmente, el volante de marras, de tal forma que el lector pueda hacerse una idea clara de su contenido. Dice así: “Estos son los delincuentes que deben estar en la cárcel: De la luz Océlotl: ex presidiario, mentiroso y ratero del dinero del pueblo. El chavelo :prófugo de la justicia en Estados unidos, y prostituye jovencitas del pueblo. Adrián García :ratero de dinamita de la quebraobra y por ese motivo lo corrieron de ahí, y ahora ya no sabe de adonde robar y sacar dinero. Y estos son los que nos andan traicionando y señalando personas inocentes por venganza, pero ahora que ya abrí los ojos como que estuve mucho años cooperando y llendo a manifestaciones como pendejo y para que ellos sebeneficiaran por eso yo ya los mande a la chingada aunque me amenacen ya me di cuenta que son puro espanta pendejos ahora yo ya soy libre y ya no soy ningún borrego y debemos unirnos en y lincharlos todos o mandarlos donde deben de estar es en la cárcel y se pudran ahí por traidores y ojetes. Un exantorchista listo que ya abrió los ojos”. Hasta aquí el escrito purulento.

Hay que destacar, en primer lugar, el lenguaje de párvulo y soez con que se conduce nuestro “exantorchista listo”; escondido bajo el “anonimato” cualquier cerebro asnal se siente con los pantalones para vituperar, amenazar y bravuconear. Tengo serias dudas sobre que, haciendo público su nombre, el cobarde autor se atreviera a decir el uno por ciento del manjar de moscas que destila su escrito. En segundo lugar, el follón no es tan “listo” como se cree, porque a cada paso va dejando el tufo putrefacto de la mano que realmente escribió el “anónimo”, como ya quedó dicho en renglones anteriores. En tercer lugar, una vez más nos manifestamos en contra de que la diputada perredista y sus secuaces pretendan meternos con calzador en el problema que existe entre ellos y el Gobierno estatal, generado a raíz del desalojo de la autopista el 9 de julio. En cuarto lugar, el “autor” no demuestra ninguno de los delitos que les imputa, gratuitamente, a los antorchistas Adrián García y a José de la Luz Océlotl; sobre el otro ciudadano, el “Chavelo”, vale el mismo razonamiento: afirmar no es lo mismo que comprobar; eso lo deberían saber la diputada federal Roxana Luna Porquillo y su hermano Vladimir, que son la mano detrás de las declaraciones de prensa y del “anónimo”. La propia diputada federal se ha encargado de hacerlo público: el día 8 de noviembre publicó en la red social Twitter un mensaje que dice “Antorcha Campesina utiliza a los jóvenes como grupo de choque”. Se completa, de esta forma, el rompecabezas. Pero además, vuelve, una vez más, como la burra al trigo, la afirmación sin prueba.

Pero aquí hay otro detalle que no debe pasar desapercibido: los nombres de los tres ciudadanos no fueron elegidos al azar, se trata de dos antorchistas que son líderes naturales en Chalchihuapan, uno de los cuales, Don José De la Luz, encabeza el Comité de la Iglesia del Santo Patrono de San Bernardino Chalchihuapan; el tercer “denunciado” por nuestro “exantorchista listo”, el “Chavelo”, es justamente el portero mayor de la misma Iglesia, de donde se deduce que es totalmente falso que ande prófugo “en” Estados Unidos, y aquí es donde, como se dice, la burra asomó la oreja. Roxana Luna lanza una acusación (“traidores y ojetes” en el caso del desalojo de la autopista, dice el “anónimo”) para que Chalchihuapan entero arremeta contra ellos y otros antorchistas y con ello hacerse del control de una Iglesia de la que se ha querido adueñar, desde hace varios años, un grupo de caciques del pueblo, entre ellos el marido de Araceli Bautista, el señor Javier Montes García, que se encuentra preso porque era el dueño de un narcolaboratorio de drogas sintéticas que la policía desmanteló hace poco más de dos años. ¡Entre delincuentes te veas!

Pero lo que me interesa subrayar, y más ahora dados los antecedentes de esta gentuza, es la amenaza de muerte y el llamado a lincharlos que se lanza contra los tres ciudadanos. Porque además, en cinco ocasiones se ha corrido la versión en Chalchihuapan de que “ahora sí van a desalojar la casa de los antorchistas a como dé lugar”, un inmueble conocido en todo el pueblo porque nosotros no nos escondemos bajo el anonimato, porque no somos delincuentes. Por ello, si mañana algún antorchista es agredido o asesinado, realizaremos marchas interminables y haremos valer el peso político de Antorcha hasta que esta triada de rufianes y sus cómplices estén tras las rejas. De eso no tenga duda, señora diputada; el fuero no dura toda la vida.

Termino. Éste es el segundo “anónimo” que en cuestión de días aparece en nuestra contra. El primero fue en Tulcingo de Valle; ahora es Santa Clara Ocoyucan. ¿Y el Gobierno del estado qué hace? Nada. Absolutamente nada. Y eso nos preocupa, y mucho. Porque resulta que en Puebla se puede amenazar de muerte públicamente a cualquier ciudadano y el gobierno “parece” que no ve. ¡Alto a las amenazas! ¡Basta de que los autores de los “anónimos” se den el lujo de andar impunemente amedrentando a quien se les antoje! Si algo le sucede a cualquier antorchista, el Gobierno será responsable por omisión. Que conste.