El sistema de cargos en Cholula y la administración de limosnas

En el estado de Puebla cuando hablamos de Cholula suelen surgir una serie de preguntas en torno a qué exactamente se refiere esta palabra. Si bien comprendemos que Cholula es una comunidad que se encuentra al finalizar la Recta a Cholula, no parece aclararse fácilmente los límites de este territorio. En la actualidad San Pedro Cholula, San Andrés Cholula y Santa Isabel Cholula son poblaciones conocidas como “Las Cholulas”. Dos de ellas son ciudades que han adquirido el nombramiento de “Pueblos Mágicos”.

Pero además, hay quienes se refieren a Cholula como “La Ciudad Sagrada” refiriéndose al antiguo territorio ocupado por la ciudad prehispánica de Cholula. Este apelativo ha sido conservado en la región debido al cúmulo de tradiciones que se siguen practicando, una mezcla de lo que subsiste de la cosmovisión prehispánica y las adaptaciones que se hicieron durante la época colonial cuando la población se convirtió al catolicismo. Se trata de una simbiosis entre las tradiciones prehispánicas y las católicas, que además se han ido modificando con los siglos en torno a los cambios históricos. Es así que las Cholulas, San Pedro y San Andrés, se caracterizan por mantener vidas tradicionales intensas que implican una importante inversión de tiempo y recursos para sus pobladores.

Desde la colonia, los cholultecas se han dado a la tarea de cuidar los templos y el arte sacro que en ellos se encuentra. El sistema por medio del cual los cholultecas se hacen responsables de los templos es el llamado “sistema de cargos”, que por medio de las mayordomías les da la responsabilidad y libertad de participar activamente en el cuidado del patrimonio tangible y les permite reproducir sus prácticas culturales a manera de tradiciones.  Si bien las mayordomías no son exclusivas de las Cholulas, -pues forman parte de la vida de muchos pueblos y comunidades de México-, en Cholula se caracteriza por ser una de las estructuras más intensas de los sistemas de cargos en México y en el mundo (más de 400 fiestas religiosas al año en San Pedro Cholula,  lo demuestran).

Además del sistema de cargos, cabe mencionar que los cholultecas de la región conservan apellidos de origen prehispánico, lo cual refuerza la identidad local. Los cholultecas se conciben a sí mismos como pueblos originario, y hay quienes se perciben como indígenas urbanos. Se observa un orgullo de pertenencia además porque se asumen como “hijos de barrio”, es decir, pertenecientes por nacimiento a la comunidad y practicantes activos de las tradiciones locales.

En días pasados los cholultecas estaban muy preocupados ante la posibilidad de que el Arzobispado de Puebla administrara las limosnas de los templos. Si los cholultecas pierden la administración económica de las limosnas, pierden los recursos que les permiten mantener y reproducir sus tradiciones en torno al sistema de cargos.  Este hecho fue interpretado como una forma de atentar contra los usos y costumbres de la región.

Cabe señalar que en meses pasados, la aguda resistencia que se conformó en torno a impedir la construcción de un parque temático en los terrenos circundantes a la Pirámide de Cholula “Tlachihualtepetl” es una muestra de la tenacidad de los cholultecas contra todos aquellos elementos que consideran atentan contra la reproducción de su cultura. Si algo defiende los cholultecas es su vida tradicional profundamente religiosa. No se necesita ser un experto en antropología social o sociología de la cultura para entender que cualquier hecho que sea percibido como afrenta contra la religión de un pueblo implicará conflictos importantes.

Se puede argumentar que si el arzobispado de Puebla administra las limosnas este hecho impedirá el posible desvío de capitales, pero para los cholultecas, dentro del sistema de cargos no existen formas de corrupción, pillaje o robo hormiga. En años pasados especialistas en restauración y conservación han orientado a los mayordomos y principales (autoridades dentro del sistema de cargos) en cuanto a la forma de cuidar del arte sacro y los templos, a lo cual la comunidad se ha mostrado abierta. También en el pasado se reportaron casos de robo de arte sacro, lo cual ha constituido un auténtico dolor de cabeza al que los cholultecas hacen frente. Pero tal vez lo más importante aquí sea la resistencia de un pueblo por incorporarse a una postmodernidad que en torno a los valores individuales materialistas se ha olvidado de vivir en comunidad. Y es que en Cholula, y muy a pesar de que las ciudades de San Pedro y San Andrés han crecido, al interior la vida tradicional sobrevive, como sobrevive el sentido de pertenencia a un pueblo que orgullosamente se asume como originario.

Twitter: @iSa_MuMon