El abrazo a la pirámide de Cholula el 21 de marzo

Acciones de protesta y resistencia en torno a “lo sagrado”

El día 21 de marzo, en la zona arqueológica de Cholula, al menos dos mil personas entrelazaron sus manos en un amoroso abrazo protector cargado de un profundo simbolismo. Vestidos de blanco, y respondiendo al llamado de los defensores del patrimonio cholulteca, vecinos y visitantes se tomaron de las manos para conformar una protesta pacífica, artística, cálida y llena de misticismo.

Eran las 12:30 hrs cuando durante los festejos del equinoccio de primavera se realizó un impresionante “abrazo a la pirámide”. En dicho evento, nuevamente los activistas, los académicos y la población en general reiteraron la importancia que la zona arqueológica tiene para ellos. Durante el evento se demandó la destitución de varios funcionarios del INAH, la detención de las obras que los activistas consideran ponen en riesgo los vestigios prehispánicos, y la liberación de Adán Xicale y 3 personas más, que se encuentran en prisión por protestar contra los proyectos turísticos.

Fue a principios de 2014 cuando la construcción de un distribuidor vial al final de la recta a Cholula generó una serie de controversias que llevaron a diversas organizaciones no gubernamentales a oponerse a la construcción de obras que pudieran dañar el subsuelo prehispánico.

Si bien el distribuidor generó importantes controversias, un segundo proyecto provocó un importante descontento y acciones de protesta y resistencia por parte de la población. El “Parque de las Siete Culturas” o “Parque Intermunicipal” fue un proyecto acogido por los ayuntamientos de San Pedro y San Andrés Cholula que consistía en expropiar los terrenos circundantes a la pirámide para convertirlos en un parque temático con el objetivo de crear un atractivo turístico que generara una importante derrama económica.

Dicho proyecto fue abandonado luego de la rotunda negativa de la población para aceptar el mencionado parque. Sobre la pirámide se encuentra el templo de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de al menos 40 comunidades aledañas a las Cholulas. Por tanto, la pirámide es un símbolo prehispánico, pero la iglesia y la virgen que se encuentra en dicho templo son símbolos religiosos de absoluta importancia en la región.

Si bien la conservación del patrimonio cultural se ha ligado al turismo, ambos conceptos se refieren a cosas diferentes. El patrimonio cultural es la herencia de los pueblos; por otro lado el turismo se refiere a un fenómeno social en el que una población sale de su lugar de origen para conocer un determinado destino turístico, generando con ello una importante derrama económica.

Si bien el turismo ha sido considerado una categoría positiva en términos de desarrollo, progreso y modernidad, en la realidad estos discursos ocultan la posible depredación y sobre explotación de los sitios turísticos. Satisfacer las necesidades del turismo es una cosa, pero generar productos turísticos que atraigan al público es otra. En el caso del parque que se planeaba crear en la zona arqueológica de Cholula, lo que se pretendía era crear un producto turístico con miras a obtener ingresos.

Sin embargo, estos proyectos no siempre se empatan con la noción que la población local tiene sobre su patrimonio. Sin duda, cuando se inició el proyecto del parque temático, las administraciones locales y estatales no consideraron la necesidad de estudiar la recepción de la población respecto al proyecto. La resistencia fue contundente, los cholultecas estaban totalmente en contra de que lo que ellos concebían como una violación y afrenta a un territorio sagrado. No estaban de acuerdo con que el lugar sagrado se convirtiera en un lugar recreativo para foráneos.

Una de las características más sobresalientes de la cultura cholulteca es su cohesión y la carga simbólica en torno a sus tradiciones. Los cholultecas se perciben como pertenecientes a una cultura indígena profundamente arraigada al territorio cholulteca, por tanto son muy celosos de su territorio, de su identidad y de sus tradiciones. Toleran al turismo, más no lo conciben como necesario a sus vidas.

El abrazo a la pirámide fue una acción de protesta con la que una vez más los cholultecas confirman la importante carga simbólica que tiene para ellos la pirámide. Se podría pensar que muchos de los participantes eran visitantes de ocasión que por diversión formaron parte del abrazo a la pirámide, pero sin duda estaban de acuerdo con el acto de protesta. La mayoría eran vecinos y simpatizantes con el movimiento de defensa del patrimonio.

La pirámide, las iglesias y la gente de Cholula vienen en un mismo paquete, donde separar o transformar bien puede estar en los planes de desarrollo urbano de una administración política, pero la forma en que la  comunidad percibe el tiempo y el espacio puede ser muy diferente. Basta considerar que tan solo San Pedro Cholula cuenta con más de 400 fiestas anuales ligadas a la vida religiosa-tradicional de sus pobladores para entender la gran importancia que esta comunidad da a su vida tradicional, y esta vida tradicional existe en un espacio con una serie de significados que le convierten en un lugar sagrado, de ahí el apelativo que se da a Cholula de  “Ciudad sagrada” tan opuesto al nombramiento turístico y comercial de “pueblo mágico”.

Un terrible problema en las administraciones es divorciar la visión empresarial de las cosmogonías anteriores al capitalismo neoliberal; en donde el neoliberalismo y las cosmovisiones parecen hablar idiomas distintos. Sin duda la población cholulteca no entiende de neoliberalismo, ellos no mezclan el dinero, el turismo, y el desarrollo, con lo sagrado. El neoliberalismo encuentra la forma de ponerle precio a lo que no tiene precio. Pero en Cholula ¿Cuál es el precio de lo sagrado?

Twitter: @iSa_MuMon