De religión y migración

Actualmente son varios los ejemplos en los que sacerdotes de algunas partes del país han tomado como su bandera de vida la protección y defensa de migrantes tanto mexicanos como centroamericanos a través de la religión católica.

Los nombres del Padre Alejandro Solalinde con su albergue “Hermanos en el Camino”, del recién fallecido Párroco David Hernández Tovilla quien encabezaba la organización “Caridad sin Fronteras” o de Iván de Jesús Bernal Zamora cuyo “Centro de Atención a Migrantes Exodus” atiende en Nuevo León a por lo menos 50 migrantes diariamente, son solo algunos de los religiosos que utilizan el catolicismo para apoyar con abrigo o comida a quienes van de paso en busca del tan sonado sueño americano.

En algunas ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles o Nueva York se hacen en varias fechas al año celebraciones litúrgicas en favor de los migrantes que diariamente cruzan la frontera de México hacía la Unión Americana, y en las que solicitan menos dureza por parte de las autoridades norteamericanas en el trato que dan a los indocumentados.

Sin embargo y a pesar de estos esfuerzos, se hace evidente la necesidad de que la iglesia católica refuerce sus trabajos en el sector de migrantes para motivar tanto la identidad de los paisanos en sus costumbres religiosas de cada una de sus comunidades, así como para reforzar sus valores cuando emprenden el viaje al país del norte.

El déficit de sacerdotes una agravante

Desde hace varios años, la iglesia católica en México ha reconocido que la migración, la carencia de valores y la falta de interés provocaron una faltante en la cantidad de sacerdotes que atienden a la comunidad católica. Y aunque se dijo que luego de la última visita del Papa Juan Pablo II a nuestro país la vocación sacerdotal aumentó en los seminarios, lo cierto es que las cifras dicen que de cada 20 jóvenes que ingresan solo 2 llegan a ordenarse.

Lo anterior tiene una repercusión social importante ya que en muchas comunidades de escasos recursos, de donde proviene el mayor porcentaje de migrantes hacía Estados Unidos, son abandonadas religiosamente hablando o por lo menos mal atendidas ya que no hay sacerdotes que acudan a esos pueblos, agravando la falta de valores entre las familias y sus adolescentes y cancelando la comunicación y acercamiento con sus fieles.

A finales del año pasado la Arquidiócesis poblana reconoció que sólo contaba con 600 sacerdotes para atender al 90 por ciento de los católicos poblanos siendo la causa de que, por ejemplo, en regiones como la mixteca (una de las principales zonas de expulsión de mano de obra a EU) solo dos curas tuvieran a su cargo a 45 o más comunidades.   

Es muy común observar el cierre y abandono de iglesias en pueblos donde la migración es una constante, los jóvenes no encuentran ni la orientación, ni el apoyo y mucho menos el incentivo de su religión para evitar en lo posible la alternativa de abandonar su país en busca de una mejor calidad de vida.

Comentarios vía twitter: @erinife

Correo electrónico: erinife23@gmail.com

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Érika Nieto

Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Maestra en Administración, por la UPAEP. Fue reportera del Periódico AL de Puebla y del Noticiero Revista 105 en La Radiante 105. Fue corresponsal para medios de comunicación en Puebla, San Luis Potosí y Chiapas desde la ciudad de Nueva York en Estados Unidos, durante los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001 a las Torres Gemelas.

También se especializó en el tema de Migrantes durante su paso por la Administración Pública promoviendo el enlace con las diferentes organizaciones de poblanos en el exterior y el Gobierno del Estado. Además es especialista en el área de Relaciones Públicas.